Días antes, la cosa ya no pinta bien, las previsiones indican lluvia y el grupito que nos íbamos a juntar se empieza a desmoronar, al final solo unos pocos valientes nos aventuramos a asistir al evento.
Llega el día salgo de la cama y miro por la ventana, no está soleado como para ir a la playa, el cielo está algo encapotado pero no parece nada importante, unas pocas nubes y nada mas, y eso no es suficiente para atemorizar al Hombre, ultima revisión del equipaje y útiles, en el cual por primera vez desde que compré la moto, saco el traje de lluvia de la bolsa de tela en el que me lo dieron, teóricamente era un traje completo pero para mi sorpresa solo hay un pantalón, rebusco en el trastero y encuentro un poncho de plástico, no es lo que necesito pero menos es nada. Cojo carretera y todo pinta muy bien, parece que el día esta bueno y que poca lluvia vere, circulo por la C-15 a buen ritmo, contento y tranquilo hasta que llego a la Pobla de Claramunt, donde empieza a llover con ganas, allí me pongo los pantalones de lluvia y el poncho, cuando me veo con el poncho… joder parezco Batman, así que me hato un pulpo elástico en la cintura y a seguir con la lluvia, aunque a medida que me acercaba a mi destino era cada vez mas intermitente.
Por la mañana temprano en pie, un café, saludar a el que creo era el organizador y darle las gracias por el ambiente que era francamente bueno, el precio era lo malo, era gratis, pero lo compensaban con cerveza de barril a 2€ bocadillos a 5€... pero bueno, un paseito por allí viendo que se cocía un vasito de caldo que era mano de santo a 1€ y estaba que… joder que bueno, y ya desmonto campamento y cargo la moto con todos los bártulos, hago 2 fotos y cojo carretera, en mala hora… nada mas entrar en la N-340 a la altura de Bellvei, empieza a llover, pero llover bien, y ya hasta Igualada con la lluvia, el poncho ya ni me lo pongo está destrozado, pero los pantalones si, que empiezo a creer que son milagrosos, y al rato, una hora y media o así ya estoy en casa, subo me fumo un cigarro, y por fin en casa sería correcto decir, pero no, porque desde hace ya algún tiempo cada vez que cojo la moto a la que llevo un rato por la carretera, me vienen unas ganas locas de continuar viaje un día tras otro, es una sensación rara, pero no está la cosa como para irse por hay durante días o semanas, pero tiempo al tiempo...
